28/10/11

Los auténticos valores del "Nacionalsocialismo"

Sucede a menudo que cuando recordamos los vestigios del nacionalismo alemán, nos vienen descabelladas ideas a la mente que nos evocan náuseas y alguna que otra arcada.
Si que es cierto que su teoría del espacio vital, su infame proyecto "pureza" y su búsqueda de la homogeneidad de la raza humana fueron, cuanto menos, actos crueles y descabellados.
Pero todos ellos pueden haber sido malinterpretaciones de la incesante lucha de un hombre por construir un mundo mejor.

El historiador Luke Chesterfield, quien halló en una de sus expediciones el diário personal de Adolf Hitler, expone que en su diario no solo expone sus intimidades, sino que además era totalmente franco y sincero con el, desvelando así sus auténticos ideales y sus verdaderas intenciones como Führer del Reich.

"Realmente, cuando Adolf nos hablaba de igualdad, expresaba sus deseos de poder expandir su pueblo más allá de las fronteras, creando así un mundo con una ilimitada diversidad cultural, quemar las banderas y distender Berlín hacia donde le alcanzase la vista. Era muy idealista, en realidad nunca quiso matar a nadie, y no lo hizo (al menos no directamente). Fue su propio pueblo quien actuó mediante la malinterpretación de su mensaje. Hitler lloraba, lloraba mucho y muy desconsoladamente"

Un extracto de su diario facilitado por Chesterfield nos muestra con detalle a un Adolf Hitler desconocido para muchos:

"Berlín. Sábado 30 de abril de 1939.


Querido di-Ario:


Hoy es mi cumpleaños, cumplo nada menos que 46 años. Me han regalado muchas cosas pero ninguna de utilidad, ya me dirás tu para qué quiero otro retrato mío adornando la pared de mi despacho, pero bueno, eso se lleva entre los jefes de estado (eso dice mi asesor).


Hoy he vuelto a comparecer ante la multitud, mis palabras les han enmudecido, han sumido al pueblo en un absoluto silencio justo antes de estallar en una agradable explosión de alaridos y aplausos cargados de júbilo. Me adoran. Espero de todo corazón que el rabino Kapövsky haya estado presente para contemplarlo, toda aquella gente... llenándome de alabanzas y apoyando mi teoría de un mundo mejor... sé que estaría muy orgulloso de mí, le echo muchísimo de menos. Aquellos días en mi casa de campo, el día de mi Bar Mitzvah, aquellas noches de Hanukkah. Toda una vida dejada atrás, pero no os preocupéis: toleráncia, hermandad, respeto, son valores que hoy por hoy no significan nada sin un mañana. Un mañana para todos, un mañana para el pueblo, un mañana para el Reich"

Desde The Finantial Mongoloid seguiremos profundizando en el asunto, investigando y tratando de encontrar la verdad en base a estos supuestos valores que (según afirmaciones) definen la verdadera identidad del nazismo.

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