"Otra vez me llamaron para que ayudara a un pobre hombre que llevaba seis días sin poder ir al baño. Tenía un tapón y por más fuerza que hacía, no había manera. Entonces llegué yo, lo senté en el retrete, y hablándole al contenido de su sistema digestivo dije:
-¡En el nombre de Dios, sal de este cuerpo!-
y salió. Mano de santo. Esa experiencia tuvo un gran impacto en mi carrera, ya que por primera vez podía ver con mis propios ojos aquello que había expulsado, y eso me dio una gran satisfacción."
"Desde entonces, siempre que surge la ocasión, me ofrezco a ayudar en casos similares. Como la mujer a la que se le atascó un gran pene de goma en una de sus cavidades, o la familia que comió carne cruda y tuvieron todos solitarias en su interior. O el señor que tenía el feto de su hermano gemelo no nato en su abdomen y que estuvo a punto de morir porque empezó a crecer y claro, le hacía daño. Suerte que llegamos Dios y yo y conseguimos que lo sacara entre vómitos. Ser exorcista es como ser el chófer de Dios. Lo llevas allá a donde vas, aunque ya esté allí".
Tras todos estos años de ayuda humanitaria al prójimo, el Padre Peralta ha publicado el libro "Sacando lo que llevas dentro: memorias de un exorcista", publicado por Ediciones Sir Mortimer. "En el libro cuento todas estas historias y muchas más, como cuando en el 62 se me apareció Satanás en mi dormitorio y me pidió de rodillas que parara por favor. Le dije que no, que me gustaba mi trabajo y que no iba a parar. Entonces me empezó a ofrecer cosas, me dijo que si quería un iPad, que era una cosa que en aquél momento no servía para nada pero que en el futuro lo iba a petar porque llevaba un dibujo de una manzana, pero le dije que no. Al final se fue y me dejó dormir, pero perdí una hora de sueño muy valiosa, cosa que me hizo odiar aún más al Diablo".
Acabo de recuperar la fe en el señor.
ResponderEliminarALABADO SEA!!