97 huevos de avestruz, 1,5 Kg. de sal, una incontable cantidad de patatas y muchos cojones es todo lo que Benito Juanola ha necesitado para cocinar la tortilla más grande del mundo libre para así hacerse un hueco en la historia de la gastronomía batiendo (¿lo pilláis?) un récord muy pero que muy poco original.
El jurado encargado de evaluar el desarrollo de la prueba, no hubiera dado el visto bueno a Benito si no fuera por el gran ejercicio de coordinación y el mérito que tiene ser capaz de manejar un fuego tan grande siendo tetrapléjico y retrasado mental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opine aquí, amado lector, sobre lo narrado arriba.