BUUUUURP es un niño normal, como cualquier otro, si no fuera por el caprichoso detalle de su nombre: es un eructo. La historia es, al menos curiosa. Durante los últimos meses de embarazo, su madre tuvo como antojo el beber muchas bebidas carbonatadas, de las que su cuerpo fue asimilando el gas. La relajación del abdomen durante los días siguientes al parto, provocó que la mujer se viera obligada a expeler repetidamente unos fuertes eructos. Fue la mala fortuna quien quiso que, en el momento de ir al registro civil, respondiera con uno de estos sonidos guturales a la pregunta "Nombre del bebé", lo que el funcionario a cargo tomó como respuesta.
El niño tiene muchos problemas a causa de esto, ya que cada vez que un profesor le pregunta cómo se llama, lo manda al despacho del director, y sus padres ya han sido ingresados por úlceras de garganta a causa de llamarlo.
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