"Los primeros guiones eran desternillantes, era un no parar de reír. Estaban muy orgullosos de ellos, hasta que sucedió aquello. Llevábamos casi una hora de rodaje, cuando los actores dijeron uno de los mejores chistes del capítulo. El resultado fue desastroso. El público comenzó a reír descontroladamente, no podían parar. Murieron 31 personas allí mismo. A consecuencia de eso, la productora ordenó eliminar todos los chistes buenos de los guiones, y prohibió la asistencia de público a los rodajes.
Lo extraño comenzó tras eso. Al reproducir lo rodado tras eso, había algo insólito en ello. Las risas de los difuntos seguían oyéndose aunque no hubiera público. Pero los espíritus seguían ahí, riéndose con cada chiste, por malo que fuera. Intentaron vender que había público en los rodajes, pero no era cierto. No había público. Al menos público vivo."
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