Sucedió la pasada noche en Vigo. Dos unidades de la Policía Local, junto con un escuadrón de la Brigada Zoológica irrumpieron en un piso de la Calle Mumbliña, donde detuvieron a toda una banda de falsificadores que se dedicaban a fabricar y distribuir imitaciones ilegales de gatos.
Esta práctica, importada directamente de países orientales como China y Tailandia, se ha puesto últimamente de moda. Los falsificadores suelen vender los falsos gatos colocándolos sobre mantas junto a las salidas del metro o entre las paradas de los mercadillos, e intentan engañar a los incautos haciendo pasar subproductos como perros disfrazados o dibujos de Doraemon por auténticas mascotas felinas a las que cuidar.
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