10/2/16

Una manifestación bielorrusa acaba en conga

Todo comenzó con una sencilla y pacífica protesta en favor de los derechos de consumidores de Nesquick, la conocida marca de cacao en polvo soluble, de escasa importación en la zona pese a su arraigada tradición de consumo. Las reivindicaciones eran claras, mayor distribución del producto a nivel nacional y una reducción del precio, ya que en los últimos años el coste de la bolsa de 5 kilos ha subido la friolera de 10 céntimos.


No tardó en aparecer la policía para calmar las cosas y defender las prioridades del gobierno Bielorruso, abiertamente posicionado a favor del Colacao, que recibe un gran trato de favor.
El ambiente comenzó a caldearse, pero seguía la calma hasta que un espontáneo lanzó la primera baticao contra las fuerzas del orden, que acto seguido se pusieron en formación de carga.

Justo entonces, cuando todo el mundo ya preveía el desastre, alguien gritó: "¡¡CONGA!!" y como por arte de magia, de entre todo el barullo de gente comenzó a desfilar una larga hilera de danzarines, algunos Colacao en mano, otros sorbiendo Nesquick, e incluso algún desorientado que degustaba un Cacaolat. Manifestantes, policías, gobernantes, todos se unieron a la danza, que se perpetuó durante horas.

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