La revolución Rugbarina

Ronald P. Floatstone, presidente de la Federación Internacional de Rugsea (ese glorioso deporte conocido en nuestra tierra como Rugbarino) e inventor del mismo, ha comparecido hoy ante la prensa indignado por las recientes declaraciones del bastardo de Joquim Das Frautinhas, la estrella del Petancesto.

El petancestista portugués (que intenta hacerse pasar por brasileño untándose crema  autobronceadora para parecer más "cool",) afrimó ante los periodistas que "O rugbarinho é um deporte pra os sunormales que ño sabem jogar a otra cousa. Eu solito podria ganar a toudos os profesonaes com os ojos cerrados e las manos atadas". Las reacciones no se hicieron esperar, y tanto aficionados como profesionales del rugbarino han inundado la red con (merecidos) mensajes e hirientes fotomontajes de odio hacia el capullo de Das Frautinhas.

Para quien no esté familiarizado con el deporte, éste consiste en una genial variante submarina del Rugby, y se juega en pistas subacuáticas rodeadas de cristales. Los fornidos jugadores visten pesadas escafandras que les permiten desplazarse a pie sobre el fondo, dónde se da lugar a tremendos placajes y pases de la bola de acero con que se juega.

El magnífico presidente Floatstone, en respuesta a las declaraciones, ha desafiado al irresponsable de Das Frautinhas a cumplir con sus palabras, jugándose el poco honor que le queda en un partido de Rugbarino. El desafío, que ya ha sido aceptado por ese cerdo arrogante portugués, consistirá en un partido de Rugbarino que enfrentará al equipo de petancesto de Das Frautinhas contra una selección de los mejores jugadores de rugbarino de todo el globo, y se celebrará exactamente dentro de un mes, durante el que ambos equipos se prepararán para tal evento.

Hay mucho en juego, ya que, en el caso de perder, Joaquim Das Frautinhas ha prometido que abandonará su carrera deportiva para dedicarse a la cría de avestruces.  En caso contrario, el gran Ronald P. Floatstone deberá dimitir de su cargo como presidente de la Federación.