Obra del famoso arquitecto mallorquín Joaquim Sensorra, el hotel pretende ser una atracción para reavivar el sector turístico en la zona. A lo largo de sus tres plantas, la "Maison du Fromage" tiene capacidad para alojar hasta a 60 huéspedes en total entre sus habitaciones individuales, dobles, y su gran suite del ático. Además, cuenta con una piscina de leche de oveja para relajarse, además de los habituales servicios como teléfono e internet inalámbrico para los clientes.
Los que ya lo han probado recomiendan la experiencia, aunque se quejan de la humedad que hay en el interior de las habitaciones. Cabe destacar también su menú típico de la zona, en el que se pueden degustar auténticas porciones de las propias paredes del edificio, que tiene como fecha de caducidad finales del próximo mes de mayo, en que el edificio será derribado y reconstruído por completo para su reinauguración en Febrero del siguiente año.
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